Deplorable condiciones presenta el campo deportivo de la EBM Jesús Silva y sus Cachorros...
Representantes y entrenadores de la Escuela de Beisbol Menor Jesús Silva y sus Cachorros solicitan al alcalde de Palavecino, Richard Coroba el permiso para efectuar las mejoras necesarias al campo deportivo que se encuentra en las instalaciones de Desarrollo Social de dicho municipio, el cual es sede de su escuela y se encuentra en precarias condiciones.  
Según lo informado por Sergio Del Nogal, representantes y técnico de la Escuela,  “el alcalde ni lava, ni presta la batea, ya que se niega a dar el permiso necesario para construir los baños que son  muy necesarios. Nosotros mismo costearemos la construcción ya que él no ha podido ejecutar el supuesto proyecto que tiene previsto en ese terreno”
“Esta escuela funciona desde el año 2000 en estas instalaciones y nunca ha recibido beneficios o apoyo de la alcaldía. No obstante haciendo caso omiso a las carencias del  mismo permitió que una escuela de fútbol hiciera vida aquí, acción a la cual no nos negamos lo que nos preocupa son las faltas que tiene está área deportiva”.
Explicó que lo único que solicitan es que les sea respetado su espacio y las horas de entrenamiento. “Hay momentos en los cuales nosotros estamos entrenando y ellos colocan las arquerías, nos parece un abuso”, destacó.  
Las condiciones del campo son muy deprimentes y criticas; los representantes se sientan en bloque cerca de un árbol para medio cobijarse del inclemente sol, dado que existen las gradas pero no tienen techo y no hay baños, razón por la cual  los niños hacen sus necesidades detrás de las gradas. No hay oficinas y los dogout no sirven.
“Los representantes en vista de esta situación han realizado donaciones de materiales para ejecutar las mejoras necesarias y la construcción de los baños. Con nuestro propio peculio decidimos mejorar las condiciones del estadio, pero el alcalde  se negó a darnos el permiso”, recalcó. 
Dijo “ellos se niegan y alegan que  tienen un proyecto destinado para este terreno, proyecto que nunca se ha cumplido. Entonces por esa decisión arbitraria debemos  seguir en las mismas, los bloques se han ido partiendo y los materiales perdiendo. Coroba debe reflexionar porque son casi 400 niños entre los 2 años y medio y 18 años de edad los que sufren las consecuencias”.